sábado, 29 de diciembre de 2012

Aquel lugar donde los sueños se hacen realidad

Ayer noche. Mis ventanas abiertas. Mi dormitorio. Decidiste entrar. Como un gato, ronroneando, te enredaste bajo mis sábanas, en mi pelo, en mis labios. La noche jamás fue tan luminosa. Prometiéndonos amor enterno con cada caricia, con cada beso. Miradas llenas de devoción, encerrando en ellas todos los secretos que no nos atrevimos a susurrarnos. Tú y yo, nada ni nadie más. Los segundos congelados, el reloj ardiendo. Las estrellas, perplejas. Bajaste la Luna a los pies de la cama.



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