sábado, 7 de julio de 2012

Agridulce

Después de todo lo que hemos pasado seguimos unidos, aunque no de la forma que yo querría. Cuando te miro, los recuerdos se agolpan en mi mente y no me dejan respirar, es como si no pudiese vivir una vida  independiente de ti, es como si algo en mí te reclamara todo el tiempo. Creo que ya es demasiado tarde para retroceder y volver a empezar, estás demasiado lejos y yo ya no puedo volar. Sin embargo, hay una vocecita que me alienta y me regala cada día una pequeña dosis de esperanza. Poco a poco voy recomponiendo mi corazón roto, poco a poco empiezo a verte con mis antiguos ojos, esos que solo se alegraban al verte, esos que hablaban por mí y te decían cuanto te querían con una sola mirada. Hay veces en las que recuerdo cómo éramos antes, esos dos locos inseparables que se reían por nada y anhelo esa sensación de libertad que sentía a tu lado. Ahí, justo en ese momento, es cuando un sentimiento agridulce me inunda las venas y llega a lo más profundo de mi alma, y ahí es donde todo empieza a desmoronarse de nuevo...

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