sábado, 21 de julio de 2012

Gracias

Dicen que la peor lucha de todas es aquella en la que se enfrentan cabeza y corazón. Pues bien, yo siempre fui de las que apostaban por la cabeza hasta que te conocí. Antes prefería encerrarme en mi mente y huía del amor, un tremendo error, porque intentar ignorarlo es ignorar la vida y todo lo que te rodea, ya que el amor lo es todo. Esto fue una de las cosas más importantes que me enseñaste y, pese a todo el daño que me hiciste, me siento forzada por mi conciencia a darte las gracias. Gracias por enseñarme a amar, gracias por hacerme valorar la vida, gracias por hacerme reír en todo momento, gracias por hacer que me valore a mí misma, gracias por todo, de verdad.

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