sábado, 5 de abril de 2014

Mortal

La bañera huele a sangre,
aquella que una vez fue mía.

solo mía

Introduzco su perfume en mi cuerpo
como si fuera un feto dormido,
me acaricio desde dentro
saboreando cada parcela, cada flor,
sin encontrar un cuerpo gemelo.

Noto ya su vestido de escarcha roja
su borde oxidado y el cieno,
lo acuno todo entre mis labios.
Respiro.

Me quiero, incluso viéndome fuera de mis venas
ahora que ya no soy mía.

no, no soy mía

No hay comentarios:

Publicar un comentario