sábado, 16 de noviembre de 2013

Un paseo bajo los párpados

Unos dedos
que bombean
miradas.

La lengua
cerca del pecho
por si hay que jugar
a ser ciegos.

Con una promesa
garabateada en la nuca
y el nunca
en las faldas.

La carretera se hace cachorro
rebotan las pisadas
el túnel espera abierto
los maullidos alarman.

Derrumbamos las torres
los altares
el polvo de las estatuas.

Se incendiaron los cajones
refugios del ayer
la Luna hierve las noches
con su espuma nácar.

De los otros
el siempre agitando los filos
de una inercia que lo empuja
y
amarra las huellas
las huellas
olvidadas.

Los dedos siguen bombeando
miradas
de luz
de sal
de nada.

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