viernes, 4 de octubre de 2013

Prefacio

El cielo se amalgama
con fuegos fatuos:
superposición de fronteras
sobre los hombros de la muerte.

Un grito se rompe
a lo lejos,
choca con estruendo
en el centro del infierno:
aullido de lobo
abandonado a su suerte
por la espuma blanca
del mar;
es rostro ahogado
por barcos de sal,
líneas que caen al vacío
de palabras sin pronunciar.

La luz del faro ilumina
los espejismos de las pupilas
arropadas por corales
en la arena tostada.

Continente que se enamora
de su contenido
creando la utopía
de lo infinito apegado
a lo alcanzable.

Ilusión sesgada:
inicio de una danza
letal.

Giran las sombras.

Sonríen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario