Ni las panteras,
elegantes carnívoras que arrancan tripas,
podrían sobrevivir en esta jungla urbana.
Ni ellas,
ni siquiera por un día.
Edificios que devoran la verde vida,
gases que absorben espíritu y aliento,
fríos hierros que separan cuidades,
dando lugar a líneas rectas y
desdibujando lo perfecto de este imperfecto mundo.
Las curvas de este redondo planeta,
forzadas a ser más flexibles por manos,
(ambición, poder, egocentrismo)
manos de hombres y mujeres.
Forjar y destrozar para dar paso,
inexorablemente,
a troncos de cemento,
a humo negro,
a rastro de devastación.
Destrucción revestida de progreso.
Evolución a la fuerza,
(obligación, ley, opresión)
que fuerza a la fuerza a distendirse,
dejando tras de sí lágrimas verdes,
colores marchitos,
azul cielo manchado de gris.
Espinas y espigas crecen,
rojo se derrama el precio a pagar.
Hombre versus Madre,
vayan haciendo sus apuestas.
domingo, 14 de julio de 2013
Vayan haciendo sus apuestas
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario