domingo, 7 de abril de 2013

Hay amores

Algunos amores son como bocanadas de fuego que reviven la carne ya marchita. Como el eco de aquel pasado atroz que arrancó el alma de cuajo. Como la sacudida de un terremoto de recuerdos.
Otros son como la hiedra ponzoñosa. Son garras de gas que quitan el aliento. Son hábidos movimientos bajo una negra mortaja.
Como el olvido y la esperanza. Como el odio y la ternura. Como el principio y el final. Hay amores de una dulzura amarga que dejan en los labios sabor de nostalgia, y en las manos el vacío glaciar que estuvo lleno de felicidad y que, con el mecer suave de las olas, se escapa entre los dedos hacia mar adentro para no regresar jamás.

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