domingo, 14 de abril de 2013

No hables porque ahora quiero escucharte

Quiero que tu corazón me susurre al oído lo que tus labios no se atreven a pronunciar, lo que tu lengua no consigue articular. Tus cuerdas vocales no bastan para mí, no vibran transformando tu sentir en sonidos. Las palabras son mármol bajo el que se esconden los sentimientos, dulces cadenas que esclavizan el corazón. No hables, no. Deja que fluyan por tus poros los latidos del alma. Atrévete a inspirar sueños y espirar miedos. Sal de tu caparazón de hierro y desnúdate lento para mí. Uniremos estrellas con los dedos si no hablas. Zarparemos por esas utopías que nadie se atrevió a hacerlas realidad. Entrégame tu lengua en bandeja de plata, deshazte del yugo de tus palabras y siente. Mueve los labios sin nombrar nada, que jueguen en silencio. Abre tu pecho, tu corazón está harto de ser tan prisionero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario