lunes, 8 de septiembre de 2014

Blancanieves y la manzana

Guardo los relojes sin pilas para que sus órganos no me tienten
para que su hielo no queme mi frente de dulce amargura
y la edad siga flotando por encima un rostro sin botox
Al final del día quedan solo las marcas de sujetador
la piel rosada repleta de la exquisita saliva de los encajes
sufriendo de asfixia pues aún existen las cadenas
Morir mientras se duerme era aquello que sucedía en cada final Disney:
besar al hombre que ha de llevarte sobre su regazo
después de arrancar tu apellido de cada factura.

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