ver tus ojos de cristal donde no quede
sol ni ahora
Siento un gran escozor en mi vida
como recuerdo del amor huérfano
hacia el cuerpo y su sangre.
Madre, madre, gira tu cielo hacia mí
haz de mi muerte una explosión de flores
y borra mi existencia,
mi fuego y mi cielo,
mi yo acuático
que te desea justo antes del sueño.
Dime si esto que acuno entre mis brazos
es mi alma
o simplemente la inverosímil máscara
de la soledad.
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