lunes, 8 de septiembre de 2014

Ojos de aguja

Recojo de la sartén los trozos de carne muerta esperando a que vuelvan a mi piel
niña
que llora tras el cristal de luna de una frente sin límite
Me pregunto cuánto tardaría en recorrer un campo de mierda con estas sandalias de Zara
si sirvo para algo más que para llenar los huecos vacíos de otras muecas
Mi cabello cae en cada lavado y se queda ahí mirándome como una bulímica
que vomita los corazones de sus amantes millonarios
Salir de entre las sábanas es ahora una lucha entre el amor propio y la regeneración
sobre todo ahora que mis hormonas se atrofian porque ya soy adulta
porque ya debo responder con una firma y no con caramelos
Quisiera entregarle a cada ser humano un trozo de mi carne, poco hecha,
para que supieran el precio de la mortalidad.

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