-el metal y la espina a cada lado-
expandiéndose el vacío ante mi aura.
Dios aún no ha nacido
Se inclinan las aves hacia el estanque y beben
de la sangre pura de mi descanso.
Oliendo a cadáver feliz, alejada ya de las heces
y la Norma,
la tierra me recibe como la flor de agua.
Dios aún no ha llegado
Soy ceniza,
el eco de la extremaunción baila
[las raíces
el viento
una cucaracha y sus larvas
todo entorno a mi espíritu en el terreno vivo.
Mi cuerpo es el alimento que os hará vivir.
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