En esta noche no te pronuncio para que
no
seas para que no llegue
el vacío
Guardo en mis manos la ponzoña del
recuerdo
se retuerce en la mente una silueta
no queda el rostro, solo las pupilas
Corazón, bombea mi vida
ahora que huelo a muerte
Tengo miedo
tengo viento
tengo una racimo de despedidas como
caracolas
que no saben volver a la mar
La realidad
La demencia
Dime cómo nombrarte si aún no sé
quién habita en mí si aún no encuentro
mis venas
por más que intente sentir la piel no
responde
Clavo la uña en el pecho, excreta río
negro
no quiero ordenar sus peces
Renuncio a la Palabra
Quiero ser animal
Quiero ser animal
Quiero ser animal
El espejo contempla un bombardeo y mis
extremidades
se mudan hacia afuera
mudo la piel y la lengua
mudo las vísceras y lo azul
Ya no queda nada dentro
El eco
Una crisálida indefensa
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