viernes, 13 de septiembre de 2013

Sin rastro

La orilla del mar
es el surco de sangre
de las huellas solitarias.
Algas intoxicadas de negrura
evocan el moho de costillas desahuciadas
con el lánguido parloteo
de sus manos,
burbujas de sal.
Ojos de espuma,
pies de esparto,
palmas de manos
con indescifrables códigos.
La orilla del mar,
asesina de mercurio y oxígeno.

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