sábado, 24 de agosto de 2013

En escena

Retumban en la tierra los ecos
de cascos de caballos
que hace siglos pasaron
galopando.
Truenan los galeones
de banderas irreconocibles
y cañones ansiosos por explotar
en las caras
del (ene)(a)migo.
Pasan las cebras
encima de sus madres muertas.
Las copas de los árboles
se rebelan
contra la dictadura del viento.
El agua se vierte
sobre todo ser
que la atraviesa
con ganas de enarenarla.
La noche teme
que su sombra la persiga
en cada esquina.
El día envidia
la privacidad
de las horas
ante merídiem.
Tú y yo
herméticos
y al vacío
como los guisantes.

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