jueves, 22 de agosto de 2013

Se te olvidó

Se te olvidó
que la vida son dos días
gemelos
que están en tu vientre.
Se te olvidó
contar hasta diez antes de enervarte
para evitar estallar.
Se te olvidó
cómo subir las escaleras
hacia la eternidad.
Se te olvidaron
las ganas en el autobús
y la hora
a la que este pasa por tu puerta
cada día
como un centinela fiel.
Se te olvidó
leer entre las líneas
enemigas
del hastío.
Cómo quitar las sábanas sucias
y sustituirlas por unas limpias.
El por qué de la lluvia
y la aridez
a quemarropa.
Las señales que dejan los esmaltes
de uñas.
El rugir de la ducha
sobre tu cabeza.
Las vistas de tus balcones
hacia horizontes que no se frenan.
Los acordes de tu canción favorita.
Los regalos de Navidad
bajo el árbol.
Las llaves en casa.
La moto en la cochera.
El estofado en la olla
y a fuego lento.
El frigorífico abierto.
Tu firma en cheques
en blanco.
Los besos con sal.
Todo.
Se te olvidó
lo que fuiste
al otro lado de la cama
y se te fueron las manos
persiguiendo los recuerdos
hasta que temblaron
y cayeron.

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