viernes, 2 de agosto de 2013

Brindemos

Al fin y al cabo, somos el resultado de sueños y frustraciones que se abrieron las cremalleras mutuamente, una noche de verano. Seres que han nacido para llorar y reír, a veces, en desigualdad de proporciones. Personas con o sin nombre, con o sin lengua, condenados a un final irrebocable.
Creemos que el destino nos vence y que el presente nos delata, que todo se esfumará en un abrir y cerrar de ojos, como por arte de magia. Lo que no concebimos es el hecho de que nosotros dibujamos y trazamos bien, y que de un movimiento de muñeca pueden nacer mundos por explorar y emociones que sentir, sonrisas brillantes y pieles que arden. Tenemos el poder de dirigir una gran orquesta, de ser los directores de nuestra película particular.
Porque en cuestión de futuro, nuestras acciones son las que hablan y no las creencias vanas.
Todo se fundirá en el negro velo del olvido, pero mientras tanto brindemos por lo vivido y lo que queda por experimentar.

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