domingo, 4 de agosto de 2013

Hay trenes egoístas

Hay trenes de pasados
que cruzan presentes,
tornándolos en una evocación del ayer
dentro el mañana.
Con precoces sobresaltos
el corazón convive,
cuando un amanecer
los fantasmas regresan
y empapan
hasta calar hondo.
Crujen los huesos cuando ladran y,
entre bambalinas,
los monstruos devoran
los besos del alba
enterrados en un cajón
junto a la nada.
Pero la arena es breve
y se moja
con la humedad de las lágrimas,
y un día nos encontramos con los miedos cara a cara,
manchas que tapian los poros
y marchitan el alma.
Una mañana el mañana se frena
y el presente sabe agridulce.

Mientras todo pasa,
se despierta enterrada
en sus propias palabras,
las cuales rezaron por un fin
que parece retorcerse ahora
de placer
ante el abismo que está hecha,
tirada en las sábanas
ensuciadas por el sudor,
salado como la pesadumbre
de abrir los ojos siempre en el mismo día.
Porque los párpados también se cansan
de tanto repiqueteo de agua,
de agua turbia y oscura,
de olas que la envisten,
duro.

El gallo canta
y grita,
con su voz infernal
en la granja de su interior,
llena de puercos y mulas
y gallinas que entierran su cabeza
en la tierra
para picotear una y otra vez
entre la misma mierda.
Una gallina que se esconde
y solloza
y gime
y retrocede.
Una gallina que nació cobarde,
(quién lo diría)
entre tanto gallito
de cresta roja.

De momento,
la luz entra por las ventanas
y el viento inunda las cortinas
que la acarician,
de forma maternal,
para consolarla.

El ayer le da una tregua
y se va.
Vuelve a su vagón solitario,
oscuro,
de sombras repleto.
El maquinista arranca
y todos se marchan:
sus pesadillas,
sus noches de luna nueva
y él,
que siempre vuelve
(inoportuno)
cuando ella siente en otras camas
y acaricia durante segundos la gloria.
Regresa cuando ella es feliz
porque para él
aún es pasado
y espera un mañana
junto a ella,
a la cual sustituyó
un sábado 13
por otras piernas.

Egoísta.
Sucio.

El tren de pasados
atraviesa el túnel
del amanecer,
dejándola con la espalda helada
y en otros brazos
donde calentar su alma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario